Críticos de alto nivel temen que el plan de vuelo espacial comercial impulsado por el presidente Barack Obama no funcione y pueda marcar el fin de medio siglo de supremacía estadounidense en la exploración espacial.
Izquierda: el presidente Barack Obama durante un discurso en el Centro Espacial Kennedy. Crédito: NASA/Jim Grossman.
Después de las duras críticas de Neil Armstrong el pasado 22 de septiembre en la Casa del Comité de Ciencia, Espacio y Tecnología, otros expertos salieron a poner en duda el programa espacial de ese país.
Con el programa del transbordador espacial finalizado después de su último vuelo en julio, los Estados Unidos se ven forzados a depender de las cápsulas Soyuz para llevar a los astronautas a la Estación Espacial Internacional (ISS), hasta al menos 2015.
Obama canceló el programa Constellation que estaba destinado a volver a enviar personas a la Luna para el 2020 y le pidió a la NASA que en cambio se concentrara en capacidades de espacio profundo ara llevar gente a un asteroide hacia el 2025 y a Marte para el 2030.
La NASA cuenta con el sector privado para desarrollar una alternativa al transbordador al menor costo posible dentro de los próximos cinco años.
Pero muchos expertos dudan que las empresas, muchas de las cuales tienen poca experiencia espacial, puedan afrontar el desafío.
"No creo que ninguno de los socios de la ISS miren lo que estamos haciendo en EE.UU. con cargueros de carga y tripulación y se sientan muy confiados," dijo el director del Instituto de Política Espacial Scott Pace ante la agencia AFP.
"Así que hay una gran brecha entre las aspiraciones de la política y las capacidades que existen ahora."
Un viaje en las cápsulas Soyuz a la ISS les cuesta a las agencias espaciales entre 50 y 60 millones de dólares cada uno.
Bajo la intensa presión congresista tanto de los demócratas como los rivales republicanos, la Casa Blanca se comprometió a desarrollar un vehículo de lanzamiento pesado más rápido de lo planeado para la exploración del espacio tripulada, el cual ha sido denominado Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS). Sin embargo, el financiamiento y otros detalles son vagos.
La NASA se encuentra ocupada especialmente desarrollando el SLS para explorar asteroides alrededor de 2024 y no hay mucha precisión respecto a un aterrizaje en Marte y prácticamente no hay planes de regresar a la Luna.
El congresista republicano Ralph Hall, presidente de la Casa del Comité de Ciencias, Espacio y Tecnología estuvo de acuerdo con Gene Cernan, el último astronauta en pisar la Luna en 1972, al afirmar que el programa espacial de Estadod Unidos se encuentra en una situación decadente.
"Si la NASA no se mueve rápido, más y más de nuestra base industrial, los hábiles ingenieros y técnicos, y las capacidades obtenidas con dificultad están en riesgo de esfumarse," dijo Hall.
El pedido de presupuesto 2012 para la exploración humana hasta 2016 es de sólo 38% de lo pedido para 2007, o 50 mil millones de dólares menos.
"La actual visión de la administración del futuro en el espacio de nuestra nación no ofrece sueño, plan, presupuesto y ni remordimiento," dijo el ex administrador de la NASA Michael Griffin.
"La resultante agitación cuando esto es plenamente visto por todos, impedirá, sin ninguna duda, un mayor progreso en el vuelo espacial humano, y posee un riesgo mayor para esta nación."
La NASA ha rechazado consistentemente estas críticas, argumentando, como Obama, que el plan de Constellation había excedido el presupuesto, se había retrasado y carecía de innovación.
El vocero David Weaver describió la visión ofrecida por el presidente en el Centro Espacial Kennedy en abril de 2010 como "valiente" y dijo que permitiría que "los primeros astronautas pisen Marte."
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Artículo en Space-Travel.com
Fuente: Space-Travel.com
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Izquierda: el presidente Barack Obama durante un discurso en el Centro Espacial Kennedy. Crédito: NASA/Jim Grossman.
Después de las duras críticas de Neil Armstrong el pasado 22 de septiembre en la Casa del Comité de Ciencia, Espacio y Tecnología, otros expertos salieron a poner en duda el programa espacial de ese país.
Con el programa del transbordador espacial finalizado después de su último vuelo en julio, los Estados Unidos se ven forzados a depender de las cápsulas Soyuz para llevar a los astronautas a la Estación Espacial Internacional (ISS), hasta al menos 2015.
Obama canceló el programa Constellation que estaba destinado a volver a enviar personas a la Luna para el 2020 y le pidió a la NASA que en cambio se concentrara en capacidades de espacio profundo ara llevar gente a un asteroide hacia el 2025 y a Marte para el 2030.
La NASA cuenta con el sector privado para desarrollar una alternativa al transbordador al menor costo posible dentro de los próximos cinco años.
Pero muchos expertos dudan que las empresas, muchas de las cuales tienen poca experiencia espacial, puedan afrontar el desafío.
"No creo que ninguno de los socios de la ISS miren lo que estamos haciendo en EE.UU. con cargueros de carga y tripulación y se sientan muy confiados," dijo el director del Instituto de Política Espacial Scott Pace ante la agencia AFP.
"Así que hay una gran brecha entre las aspiraciones de la política y las capacidades que existen ahora."
Un viaje en las cápsulas Soyuz a la ISS les cuesta a las agencias espaciales entre 50 y 60 millones de dólares cada uno.
Bajo la intensa presión congresista tanto de los demócratas como los rivales republicanos, la Casa Blanca se comprometió a desarrollar un vehículo de lanzamiento pesado más rápido de lo planeado para la exploración del espacio tripulada, el cual ha sido denominado Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS). Sin embargo, el financiamiento y otros detalles son vagos.
La NASA se encuentra ocupada especialmente desarrollando el SLS para explorar asteroides alrededor de 2024 y no hay mucha precisión respecto a un aterrizaje en Marte y prácticamente no hay planes de regresar a la Luna.
El congresista republicano Ralph Hall, presidente de la Casa del Comité de Ciencias, Espacio y Tecnología estuvo de acuerdo con Gene Cernan, el último astronauta en pisar la Luna en 1972, al afirmar que el programa espacial de Estadod Unidos se encuentra en una situación decadente.
"Si la NASA no se mueve rápido, más y más de nuestra base industrial, los hábiles ingenieros y técnicos, y las capacidades obtenidas con dificultad están en riesgo de esfumarse," dijo Hall.
El pedido de presupuesto 2012 para la exploración humana hasta 2016 es de sólo 38% de lo pedido para 2007, o 50 mil millones de dólares menos.
"La actual visión de la administración del futuro en el espacio de nuestra nación no ofrece sueño, plan, presupuesto y ni remordimiento," dijo el ex administrador de la NASA Michael Griffin.
"La resultante agitación cuando esto es plenamente visto por todos, impedirá, sin ninguna duda, un mayor progreso en el vuelo espacial humano, y posee un riesgo mayor para esta nación."
La NASA ha rechazado consistentemente estas críticas, argumentando, como Obama, que el plan de Constellation había excedido el presupuesto, se había retrasado y carecía de innovación.
El vocero David Weaver describió la visión ofrecida por el presidente en el Centro Espacial Kennedy en abril de 2010 como "valiente" y dijo que permitiría que "los primeros astronautas pisen Marte."
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