Este desencanto de los televidentes, sumado a la falta de información general sobre las actividades de la NASA y los proyectos futuros de exploración espacial, ha contribuido al debate abierto y al nacimiento de las famosas teorías de conspiración.
Imágenes obtenidas por la cámara del infrarrojo próximo de LCROSS
Si bien la transmisión en vivo no mostró nada, la grabación de la cámara de infrarrojo próximo en LCROSS detectó el destello de Centaur. Como se puede apreciar en la secuencia de imágenes, el proceso difiere de las imágenes esperadas por el público.
Sobre el derecho de impactar la Luna
Muchos cuestionaron la misión al considerar que Estados Unidos debería tener algún tipo de autorización por parte de la ONU para realizar actividades de tipo invasivas sobre la superfice lunar.
Otros, sin embargo, consideraron que en realidad la misión no era científica, sino una prueba de armas por parte del ejército norteamericano y expresaron gran indignación por el "misil" de la NASA, ignorando que esta misión no es la primera que realiza un impacto en la Luna.
Dentro del marco jurídico, la Luna está protegida por el Tratado del Espacio Exterior, vigente desde el 10 de octubre de 1967, que establece lo siguiente:
- Prohibición del uso o instalación de armas nucleares y/o de destrucción masiva.
- Prohibición de reivindicación de la Luna u otro cuerpo celeste, porque son patrimonio común de la humanidad.
- Prohibición de apropiación nacional por reivindicación de soberanía, mediante el uso u ocupación, ni por cualquier otro medio.
- La actividad de organizaciones no gubernamentales de un Estado Partícipe contará con la autorización y fiscalización del Estado Partícipe del Tratado.
- Si la actividad de exploración y/o experimentos puede afectar las actividades en la exploración y utilización pacífica del espacio, se puede pedir una consulta relativa.
LCROSS no es la primera nave en estrellarse contra la Luna
De hecho, hubo misiones cuyo objetivo era específicamente el impacto lunar. Los primeros en lograrlo fueron los soviéticos con la sonda Luna 2 en 1959 y les siguieron los estadounidenses con las Ranger IV, en 1962, Ranger VII en 1964, Ranger VIII y IX, ambas en 1965. Otras sondas, cuyo primer objetivo era la órbita lunar, terminaron su trabajo al ser estrelladas bajo control desde la Tierra. Así tenemos a Lunar Prospector (EE.UU.) en 1999, Smart-1 (ESA) en 2006, SELENE (Japón) en 2009, Chang'e 1 (China) en 2009.
Es curioso que muchos hayan expresado su rechazo al último impacto lunar y mostraran sorpresa del evento, ignorando que hubo dos impactos controlados en 2009 que pasaron casi desapercibidos.
Imagen: ESA / Canada-France-Hawaii Telescope Corporation
18 misiones lunares fueron diseñadas especialmente para terminar en impacto lunar, de las cuales sólo 5 fueron exitosas. Por otra parte, 5 misiones, cuyo objetivo final era el de órbita lunar terminaron estrellándose sobre la superfice de forma controlada.
Teorías de conspiración
Hay sitios webs y videomontajes que son realizados por personas que, no sólo son completamente ajenas al campo de la ciencia, sino que además, carecen de conocimientos algunas veces básicos sobre astronomía y/o aeronáutica o simplemente se dedican a vivir en un mundo de conjeturas y conspiraciones basados en datos carentes de argumentación e incluso, muchas veces, hasta ridículamente cómicos.
Tal es el caso del Oráculo de Occidente, un sitio web que, como reza el título, es "un lugar de encuentro e investigación para creyentes". En este sitio se elabora la teoría de que el impacto de LCROSS fue un montaje de la NASA.
El argumento expuesto allí es que no se vio nada porque fue todo un fiasco y porque el tamaño del cráter Cabeus, de 98km. de diámetro, ocuparía toda la imagen de la sonda, al momento de impacto del cohete Centaur. Para fortalecer la teoría, ofrece como ejemplo que una línea de 50 km. ocupa una porción considerable de la imagen cuando la misma se obtiene con una altura de 20 km. ¿Pero por qué el sitio web utiliza ese ejemplo? Porque incurre en la ignorancia o la conveniencia de ignorar.
Centaur y LCROSS viajaban ambos a unos 2,5km/s. El cohete Centaur se estrelló contra la Luna y apróximadamente 4 minutos más tarde fue el turno de LCROSS. 4 minutos son 240 segundos, por lo que si multiplicamos 240 por la velocidad por segundo, obtendremos la distancia entre ambas partes. Entonces, 240*2,5km/s=600km.
Por lo tanto, como se demuestra, la nave LCROSS se encontraba a 600km. de distancia al momento del impacto del cohete Centaur. Otra cosa a tener en consideración es que el campo de visión de la cámara de infrarrojo medio es de 15x11 grados. A esa distancia, el tamaño del cráter Cabeus es considerablemente pequeño.
¿Por qué no se vio nada?
Video durante el impacto.
(Óptica adaptativa de imágenes del Telescopio de Monte Palomar)
Sin lugar a dudas, la falta de imágenes impactantes fue el disparador del descontento del público. Las animaciones provistas por la NASA mostraban lo que sería un destello y nube de escombros importantes, ya que se creía que los mismos podrían alcanzar hasta 10 kilómetros. ¿Pero qué pasó? En la animación hubo un error: se presumió la presencia de material cuya consistencia habría sido suficiente como para producir una imagen estremecedora. La realidad es que el material de la zona de impacto difiere del esperado.
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