Arriba: Representación artística de la nave Voyager. Crédito: NASA/JPL.
Los primeros cambios en el envío de paquetes de datos de Voyager 2, que está cerca del borde de nuestro Sistema Solar, aparecieron el 22 de abril. Los miembros del equipo de la misión han estado trabajando para solucionar y reanudar el flujo regular de datos científicos. Debido a una maniobra de giro planeada y moratoria en el envío de comandos, los ingenieros tuvieron la oportunidad de enviar comandos a la nave espacial el 30 de abril. Las señales tardan cerca de 13 horas en llegar a la nave desde que son enviadas desde la Tierra y otras 13 desde la nave hasta la Tierra, donde son recibidas por la Red de Espacio Profundo de la NASA.
Voyager 2 fue lanzada el 20 de agosto de 1977, cerca de dos semanas antes de su compañera gemela, la Voyager 1. Las dos naves espaciales son los dos objetos hechos por el hombre más distantes, ubicados al borde de la heliosfera, la burbuja que crea el Sol alrededor del Sistema Solar. Los responsables de la misión esperan que Voyager 1 deje nuestro Sistema Solar para entrar al espacio interestelar brevemente después. Voyager 1 está en buenas condiciones y trabajando normalmente.
"La misión inicial de Voyager 2 era un viaje de cuatro años a Saturno, pero aún está enviando datos 33 años después," dijo Ed Stone, científico del proyecto Voyager en el Instituto de Tecnología de California en Pasadena. "Ya nos ha dado vistas extraordinarias de Urano y Neptuno, planetas que nunca antes habíamos visto en primer plano. Pronto sabremos qué le tomará para continuar con este épico viaje del descubrimiento."
Las metas originales para las dos naves Voyager fueron explorar Júpiter y Saturno.
Como parte de una extensión de misión, Voyager 2 también voló por Urano en 1986 y Neptuno en 1989, aprovechando una alineación planetaria que ocurre una vez cada 176 años. Entre sus hallazgos, Voyager 2 descubrió la Gran Mancha Oscura de Neptuno y vientos a 450 metros por segundo. También detectó géisers en erupción en la capa polar de tono rosáceo de la luna Tritón de Neptuno. Trabajando junto con Voyager 1, también ayudó a descubrir los volcanes activos de Io, luna de Júpiter y las olas de de fragmentos de los anillos de Saturno debido a los tirones gravitacionales de las lunas cercanas.
Voyager 2 se encuentra a unos 13,8 mil millones de kilómetros de la Tierra, mientras que Voyager 1 está a unos 16,9 mil millones de kilómetros.
Más información:
Artículo en el sitio de JPL
Sitio de la Misión Voyager
Fuente: NASA/JPL.
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