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sábado, 22 de enero de 2011

No existe una relación directa entre agujeros negros y materia oscura

Se hallaron agujeros masivos en los centros de casi todas las galaxias, donde las galaxias más grandes -que son también las que están sumergidas en los más grandes halos de materia oscura- albergan los agujeros negros más masivos. Esto llevó a la especulación de que hay una relación directa entre la materia oscura y los agujeros negros.

Izquierda: Galaxia del Sombrero (M 104 o NGC 4594), es un ejemplo de galaxia con bulbo. Contiene un agujero negro con una masa equivalente a mil millones de Soles, de acuerdo a mediciones de Kormendy y Bender en 1996. Crédito: ESO.

Científicos del Instituto Max Planck para Física Extraterrestre, la Universidad del Observatorio de Múnich y la Universidad de Texas en Austin ahora han realizado un estudio extensivo de galaxias para demostrar que la masa de los agujeros negros no está directamente relacionada con la masa del halo de materia oscura sino que parece estar determinado por la formación del bulbo galáctico.

Las galaxias como nuestra Vía Láctea, consisten de miles de millones de estrellas, además de grandes cantidades de gas y polvo. La mayor parte es observada en diferentes longitudes de onda, desde radio e infrarrojo para objetos más fríos a óptico y rayos-X para las partes que han sido calentadas a altas temperaturas.

Sin embargo, también hay dos componentes importantes que no emiten ninguna luz y sólo pueden ser detectados a partir de su efecto gravitacional.

Todas las galaxias están inmersas en halos de materia oscura, la cual se extiende más allá del borde visible de la galaxia y domina su masa total. Este componente no puede ser observado directamente, sino a través de mediciones de sus efectos en el movimiento de las estrellas, gas y polvo.

La naturaleza de esta materia oscura es aún desconocida, pero los científicos creen que está formada de partículas caóticas diferentes a la materia normal (bariónica), de la cual, nosotros, la Tierra, el Sol y las estrellas estamos hechos.

El otro componente invisible en una galaxia es el agujero negro supermasivo en su centro. Nuestra propia Vía Láctea alberga un agujero negro, que es cerca de cuatro millones de veces más denso que nuestro Sol.

Estos objetos, o incluso más grandes, fueron hallados en todas las galaxias luminosas con bulbos centrales donde la búsqueda directa es posible; se cree que la mayor parte, y probablemente todas las galaxias con bulbos, contienen un agujero negro central. Sin embargo, este componente no puede ser observado directamente, la masa del agujero negro sólo puede ser inferida a partir de su interacción gravitatoria, modificando el movimiento de las estrellas cercanas a él.

En 2002, se especulaba que existiría una correlación estrecha entre la masa del agujero negro y las velocidades de rotación centrífuga de los discos galácticos, el cual es dominado por el halo de materia oscura, sugiriendo que la física desconocida de materia oscura caótica de alguna manera controla el crecimiento de los agujeros negros.

Por otro lado, ya se había demostrado algunos años antes que la masa del agujero negro está bien correlacionada con la masa del bulbo galáctico o luminosidad. Ya que las galaxias más grandes en general también contienen bulbos más grandes, no quedó claro qué correlación es la que prevalece en el crecimiento de los agujeros negros.

Para demostrar esta idea, los astrónomos John Kormendy de la Universidad de Texas y Ralf Bender del Instituto Max Planck para Física Extraterrestre y la Universidad del Observatorio de Múnich llevaron a cabo observaciones espectrales de alta calidad de muchos discos, bulbos y pseudo-bulbos galácticos.

La exactitud aumentada de los parámetros de dinámica galáctica resultantes los llevó a la conclusión de que casi no existe correlación entre la materia oscura y los agujeros negros.

Al estudiar galaxias inmersas en halos masivos de materia oscura con grandes velocidades de rotación, pero bulbos pequeños o sin ellos, John Kormendy y Ralf Bender trataron de responder esta pregunta.

De hecho encontraron que las galaxias sin bulbo -incluso si estaban inmersas en halos masivos de materia oscura- en el mejor de los casos pueden contener agujeros negros de muy baja masa. Así, pudieron demostrar que el crecimiento de agujeros negros está principalmente conectado a la formación de bulbos galácticos y no a la materia oscura.

"Es difícil concebir cómo la materia oscura de baja densidad no baríonica, ampliamente distribuida puede influir en el crecimiento de un agujero negro en un volúmen muy pequeño en lo profundo de una galaxia," dijo Ralf Bender del Instituto Max Planck para Física Extraterrestre y la Universidad del Observatorio de Múnich.

John Kormendy agregó: "Parece mucho más plausible que los agujeros negros crezcan a partir del gas en su vecindario, primeramente cuando las galaxias se están formando."

En el caso aceptado de formación de estructura, las fusiones de galaxias ocurren frecuentemente, lo cual altera los discos, permite que el gas caiga en el centro y así inicie una explosión de nacimientos estelares y alimente agujeros negros. Las observaciones llevadas a cabo por Kormendy y Bender indican que este debe ser de hecho el proceso dominante en la formación y crecimiento de agujeros negros.

Más información:
Artículo en Astronomy.com

Fuente: Astronomy.com

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miércoles, 10 de noviembre de 2010

El Telescopio Fermi de la NASA encuentra una estructura gigantesca en la Vía Láctea

El Telescopio Espacial de Rayos Gamma Fermi de la NASA ha descubierto una estructura nunca antes vista en el centro de nuestra galaxía la Vía Láctea. La estructura se extiende a 50.000 años luz y puede ser el remanente de una erupción de un agujero negro de enorme tamaño en el centro de nuestra galaxia.

Arriba: Los rayos gamma (en magenta) que fueron mapeados por Fermi se extienden mucho más allá del plano galáctico. Crédito: Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA.

"Lo que vemos son dos burbujas emitiendo rayos gamma que se extienden por 25.000 años luz al norte y sur del centro galáctico," dijo Dough Finkbeiner, astrónomo del Centro Harvard-Smithsonian para Astrofísica en Cambridge, Massachusetts, quien fue el primero en reconocer la estructura. "No comprendemos totalmente su naturaleza u origen."

La estructura abarca más de la mitad del cielo visible, desde la constelación de Virgo hasta la constelación de la Grulla, y puede que tenga millones de años de edad. Un estudio sobre los hallazgos fue aceptado para la publicación en The Astrophysical Journal.

Finkbeiner y su equipo descubrieron las burbujas al procesar datos públicamente disponibles del Telescopio de Gran Área (LAT) de Fermi. El LAT es el detector más sensible y de mayor resolución de rayos gamma jamás lanzado. Los rayos gamma son la forma de luz de mayor energía.

Otros astrónomos estudiando los rayos gamma no habían detectado las burbujas en parte debido a la niebla de rayos gama que parece existir en todo el cielo. Esta niebla tiene lugar cuando las partículas que se mueven a velocidades próximas a la de la luz interactúan con la luz y el gas interestelar en la Vía Láctea. El equipo de LAT constantemente refina los modelos para descubrir nuevas fuentes de rayos gamma oscurecidos por esta emisión difusa. Al usar varios cálculos de la niebla, Finkbeiner y sus colegas fueron capaces de aislarla de los datos de LAT y revelar las gigantescas burbujas.

Los científicos ahora están realizando más análsis para comprender mejor cómo se formó esta estructura. Las emisiones de las burbujas son mucho más energéticas que la proveniente de la niebla de rayos gamma en cualquier parte de la Vía Láctea. Las burbujas también parecen tener bordes bien definidos. La forma de la estructura y las emisiones sugieren que fue formada como resultado de una gran y relativamente rápida emisión de energía -cuya fuente aún es desconocida.

Una posibilidad incluye un chorro de partículas del agujero negro supermasivo en el centro galáctico. En muchas otras galaxias, los astrónomos ven chorros rápidos de partículas impulsados por materia que cae hacia un agujero negro central. Mientras tanto no existe evidencia hoy en día de que el agujero negro de la Vía Láctea posea un chorro así. Las burbujas también pudieron haber sido formadas como resultado de flujos de gas de una exposión de formación estelar, tal vez una que produjo varios cúmulos estelares en el centro de la Vía Láctea hace varios millones de años.

Crédito: Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA.

"En otras galaxias, vemos que las explosiones de estrellas pueden derivar en enromes flujos de gas," dijo David Spergel, científico de la Universidad de Princeton en New Jersey. "Cualquiera sea la fuente de energía detrás de estas enormes burbujas, está conectada a muchas preguntas profundas de la astrofísica."

Indicios de las burbujas aparecen en datos anteriores de naves espaciales. Las observaciones de rayos X realizadas por el Satélite Alemán Röntgen sugirió la evidencia sutil de bordes de las burbujas cerca de centro galáctico, o en la misma orientación de la Vía Láctea. La Sonda de Anisotropía de Microondas Wilkinson de la NASA detectó un exceso de señales de radio en la posición de las burbujas de rayos gamma.

El equipo de LAT Fermi también reveló el martes la mejor fotografía del instrumento sobre el cielo de rayos gamma, el resultado de dos años de recolección de datos.

"Fermi escanea el cielo entero cada tres horas, y a medida que la misión continúa y nuestra exposición se profundiza, vemos el Universo extremo en detalle progresivamente mayor," dijo Julie McEnery, científica del proyecto Fermi en el Centro de Vuelos Espaciales de la NASA en Greenbelt, Maryland.

Más información:
Artículo en el sitio de la NASA

Fuente: NASA.

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sábado, 29 de mayo de 2010

Swift halla pruebas sobre la formación de los núcleos activos de galaxias

Datos provenientes de la actual misión Swift de la NASA han ayudado a los astrónomos resolver un misterio de décadas sobre el por qué un pequeño porcentaje de agujeros negros emiten vastas cantidades de energía.

Arriba: Imágenes ópticas (en círculos) de los núcleos activos que fueron detectados por la Inspección Swift BAT de rayos-X Duros que fueron tomadas por el Telescopio Kitt Peak del Observatorio Nacional de Arizona. Crédito: NASA/Swift/NOAO/Michael Koss y Richard Mushotzky (Universidad de Maryland).

Sólo un pequeño porcentaje de agujeros negros supermasivos exhiben este comportamiento. Los nuevos hallazgos confirman que los agujeros negros se "iluminan" cuando las galaxias chocan, y los datos pueden ofrecer un indicio sobre el comportamiento futuro del agujero negro en nuestra propia galaxia, la Vía Láctea. El estudio será publicado en la edición del 20 de junio de The Astrophysical Journal Letters.

La emisión intensa de los centros galácticos, o núcleos, aumenta cerca de un agujero negro supermasivo conteniendo la masa de entre un millón y mil millones de veces la del Sol. Emitiendo 10 mil millones de veces la energía del Sol, algunos de estos núcleos activos de galaxias (AGN) son los objetos más luminosos en el Universo. En ellos se incluyen cuásares y blazars.

"Los teóricos han mostrado que la violencia en las fusiones de galaxias pueden alimentar un agujero negro central," dijo Michael Koss, autor principal del estudio y estudiante graduado de la Universidad de Maryland en College Park. "El estudio explica elegantemente cómo son encendidos los agujeros negros."

Hasta la inspección de rayos-X duros de Swift, los astrónomos nunca pudieron estar seguros de haber contado la mayoría de los AGN. Espesas nubes de polvo y gas alrededor de los agujeros negros en una galaxia activa, puede bloquear la luz ultravioleta, ópica y de baja energía o rayos-X blandos. La radiación infrarroja del polvo cálido cerca del agujero negro puede pasar a través del material, pero puede ser confundido con emisiones de las regiones de formación estelar de la galaxia. Los rayos-X duros pueden ayudar a los científicos detectar directamente el agujero negro energético.

Desde 2004, el Telescopio de Alerta de Explosiones (BAT) a bordo de Swift ha estado mapeando el cielo usando rayos-X duros.

Arriba: Simulación de la colisión de dos galaxias en espiral con agujeros negros en sus núcleos. Al chocar generan AGNs. Crédito: Volker Springel y Tiziana Di Matteo (Instituto Max Planck Institute para Astrofísica), Lars Hernquist (Universidad de Harvard).

"Aumentando su exposición año tras año, la Inspección Swift BAT de rayos-X Duros es el censo más grande, más sensible y más completo del cielo a estas energías," dijo Neil Gehrels, investigador principal de Swift en el Centro de Vuelos Espaciales Goddard en Greenbelt, Maryland.

La investigación, que es sensible a los AGN hasta 650 millones de años luz, descubrió docenas de sistemas previamente no reconocidos.

"La inspección Swift BAT nos está dando una imagen muy diferente de los AGN," dijo Koss. El equipo encuentra que cerca de un cuarto de las galaxias BAT están en colisiones o son pares cercanos. "Tal vez 60% de estas galaxias se fusionarán en los próximos miles de millones de años. Creemos que tenemos la 'prueba clara' para AGNs iniciados por fusión que los teóricos han predicho."

Otros miembros del equipo de estudio incluyen a Richard Mushotzky y Sylvain Veilleux en la Universidad de Maryland y Lisa Winter del Centro de Astrofísica y Astronomía Espacial en la Universidad de Colorado en Boulder.

Más información:
Artículo en el sitio de la NASA

Fuente: NASA.

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viernes, 5 de marzo de 2010

Los agujeros negros pueden modificar el aspecto de sus galaxias

El equipo del Observatorio de Rayos-X Chandra dio a conocer una imagen compuesta de NGC 1068, una de las galaxias más cercanas y más brillantes que contiene una agujero negro supermasivo que crece rápidamente. Los datos de rayos-X de del Observatorio de Rayos-X Chandra aparecen en color rojo, los datos ópticos del Telescopio Espacial Hubble están en color verde y los datos de radio del Dispositivo Muy Grande, en azul. La estructura espiralada de NGC 1068 se puede ver en los datos de rayos-X y ópticos, mientras que los datos de radio muestran un chorro proveniente del agujero negro supermasivo central.

Arriba: Imagen compuesta de NGC 1068. Crédito: Rayos-X (NASA/CXC/MIT/C.Canizares, D.Evans, entre otros), Óptico (NASA/STScI), Radio (NSF/NRAO/VLA).

Las imágenes de rayos-X y espectros obtenidos por Chandra, muestran que un viento intenso se aleja del centro de NGC 1068 a una velocidad cercana a 1,6 millones de kilómetros por hora. Este viento probablemente es generado cuando el gas que se encuentra alrededor es acelerado y calentado a medida que gira en espiral hacia el agujero negro. Una parte del gas es empujado hacia el interior del agujero negro, mientras que otra parte es alejada. Los rayos-X de alta energía producidos por el gas cerca del agujero negro calientan el gas que se escapa, haciendo que éste brille a energías de rayos-X inferiores.

Este estudio de Chandra es mucho más profundo que observaciones de rayos-X anteriores. El mismo les permitió a los científicos realizar un mapa de alta definición del volúmen con forma de cono calentado por el agujero negro y sus vientos, y hacer mediciones precidas de cómo varía la velocidad del viento a lo largo del cono. Al usar estos datos se ve que cada año varias veces la masa del Sol es depositada a distancias enormes de cerca de 3.000 años luz desde el agujero negro. El viento probablemente lleve energía suficiente como para calentar el gas que se encuentra cerca e impedir la formación de estrellas.

Estos resultados ayudan a explicar cómo un agujero negro puede alterar la evolución de su galaxia anfitriona. Por mucho tiempo se ha sospechado que el material expulsado desde un agujero negro puede afectar su medio ambiente, pero una pregunta clave ha sido si ese material expulsado contiene la energía suficiente para producir un efecto importante.

Arriba: Animación sobre el cambio de espectro de rayos-X y animación de Chandra. Crédito: NASA TV.

NGC 1068 está ubicada a unos 50 millones de años luz desde la Tierra y contiene un agujero negro supermasivo con un tamaño que equivale a dos veces el agujero negro de nuestra galaxia, la Vía Láctea.

Más información:
Sitio oficial de la Misión Chandra

Fuente: NASA.

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miércoles, 23 de diciembre de 2009

Agujeros negros en cúmulos estelares que sacuden el espacio-tiempo

De acuerdo a científicos del Argelander-Institut für Astronomie de la Universidad de Bonn, dentro de una década se podrán observar las ondas gravitacionales causadas por sistemas binarios de agujeros negros en cúmulos estelares.

Al modelar el comportamiento de estrellas en cúmulos estelares, el equipo de Bonn encontró que son medio ambientes ideales para el agrupamiento de agujeros negros. Estos sucesos de fusión producen ondas en el espacio-tiempo (ondas gravitacionales) que podrían ser detectadas por instrumentos hacia el 2015.

Imagen: Representación artística de un sistema binario de agujeros negros causando ondas gravitacionales. Crédito: LIGO Scientific Collaboration (LSC) / NASA.

Los cúmulos estelares se encuentran en toda nuestra galaxia y en otras galaxias. Los cúmulos abiertos más pequeños tienen sólo algunos miembros estelares, mientras que los cúmulos globulares tienen incluso varios millones de estrellas. Las estrellas de gran masa en los cúmulos acaban su hidrógeno con mayor rapidez, en tan sólo algunos millones de años. La fase final de estas estrellas concluye con explosiones de supernovas, donde las capas exteriores son despedidas. Esta explosión deja tras de sí un remanente estelar con un campo gravitacional tan intenso que ni siquiera la luz puede escapar. Se trata de un agujero negro.

Cuando las estrellas se encuentran juntas, como en el caso de los cúmulos, la probabilidad de colisiones entre estrellas de todos los tipos, incluyendo los agujeros negros es mayor en estos casos. Los agujeros negros se ubican en el centro de estos cúmulos y forman núcleos de agujeros negros. Allí suceden una serie de interacciones, formando incluso pares binarios y en algunos casos incluso son eyectados definitivamente del núcleo.

Ahora el Dr. Sambaran Banerjee, postdoctorado de Alexander von Humboldt, ha trabajado con sus colegas de la Universidad de Bonn, el Dr. Holger Baumgardt y el Profesor Pavel Kroupa para desarrollar la primera simulación autoconsistente del movimiento de agujeros negros en cúmulos estelares.

Los científicos armaron sus propios cúmulos estelares en una supercomputadora y así calcularon cómo evolucionarían al rastrear el movimiento de cada estrella y cada agujero negro dentro de los cúmulos.

De acuerdo a una predicción de la Teoría General de la Relatividad de Einstein, un par binario de agujeros negros sacudirían el espacio tiempo alrededor de ellos, generando ondas que se propagan de la misma manera que en la superficie de un lago. Estas ondas son conocidas como ondas gravitacionales y distorsionarán temporariamente cualquier objeto que atraviesen. Sin embargo, hasta ahora nunca nadie pudo detectarlas.

En los núcleos de los cúmulos estelares, las binarias de agujeros negros están lo suficientemente juntas para convertirse en fuentes significativas de ondas gravitacionales. Si los agujeros negros en un sistema binario se funden, entonces el pulso gravitacional será más fuerte.

Basados en los nuevos resultados, la próxima generación de observatorios de ondas gravitacionales como el Interferómetro Láser de Avanzada del Observatorio de Ondas Gravitacionales (Advanced LIGO, por sus siglas en inglés) podría detectar decenas de estos sucesos cada año, a una distancia de 5.000 millones de años luz. Para tener una idea, la Galaxia Andrómeda está ubicada a 2,5 millones de años luz.

Sambaran comenta: "Los físicos han buscado las ondas gravitacionales por más de medio siglo. Pero hasta ahora se han mostrado elusivas. Si estamos en lo correcto, no sólo se encontrarán ondas gravitacionales para que la Relatividad General pase una prueba clave, sino que además los astrónomos pronto tendrán una nueva forma para estudiar el Universo. Parece encajar con que casi exactamente 100 años después de que Einstein publicara su teoría los científicos deberían ser capaces de usar este fenómeno exótico poara observar algunos de los sucesos más exóticos del Universo."

Advanced LIGO estará en operaciones para el año 2015.

Más información:
LIGO

Fuente: LIGO.

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