La Cámara del Orbitador de Reconocimiento Lunar (LROC) de la NASA, obtuvo unas imágenes detalladas de los sitios de aterrizaje de las sondas soviéticas Luna 20, 23 y 24, además de una imagen de las huellas dejadas por el rover Lunokhod 2.
Arriba: Ubicación de la etapa de descenso de Luna 20 sobre las altiplanicies lunares donde aterrizó el 21 de febrero de 1972. Una cápsula con el envío de muestras lunares fue lanzada desde este punto llevando 55 gramos de regolito hacia la Tierra. Crédito: NASA/GSFC/Universidad del Estado de Arizona/Composición de imagen: Luis María Benítez.
Arriba: Cápsula de retorno con muestras lunares encontrada después de descender en la Tierra. Crédito: NASA/GSFC/Universidad del Estado de Arizona.
Arriba: Mosaico de dos imágenes de la Cámara del Orbitador de Reconocimiento Lunar. Las imágenes muestran los sitios de aterrizaje de las misiones de recuperación de muestras Luna 23 y Luna 24. Ambas misiones fueron enviadas a Mare Crisium (Mar de las Crisis). Luna 23 fue dañada durante su aterrizaje (octubre de 1974) y no fue capaz de enviar las muestras lunares, aunque transmitió datos por tres días. Luna 24 aterrizó en una zona cercana el 22 de agosto de 1976, recogiendo 170 gramos de polvo y rocas que fueron enviadas a la Tierra. Nunca antes se había podido ver los dos sitios de aterrizaje como ahora. La imagen muestra que ambas sondas aterrizaron a una distancia entre ambas de 2.400 metros aproximadamente. La imagen muestra que Luna 24 está ubicada en el borde de un pequeño cráter, lo que significa que sus muestras provienen del manto de deyectos del cráter. Ver imagen original. Crédito: NASA/GSFC/Universidad del Estado de Arizona/Composición de imágenes: Luis María Benítez.
Arriba: Esta imagen muestra el lado oriental extremo del recorrido de 37 kilómetros realizado por Lunokhod 2. Se puede ver que las huellas del rover aún son visibles a 37 años del aterrizaje de la nave, el 15 de enero de 1973. La imagen tiene cerca de 4 kilómetros de ancho. Crédito: NASA/GSFC/Universidad del Estado de Arizona.
Arriba: Entre las huellas de Lunokhod se ven las marcas dejadas por PROP, un sensor y un penetrómetro montado en la novena rueda. Crédito: NASA/GSFC/Universidad del Estado de Arizona/Mejoramiento de imagen: Luis María Benítez.
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Artículo en el sitio de LROC
Fuente: LROC.
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Arriba: Ubicación de la etapa de descenso de Luna 20 sobre las altiplanicies lunares donde aterrizó el 21 de febrero de 1972. Una cápsula con el envío de muestras lunares fue lanzada desde este punto llevando 55 gramos de regolito hacia la Tierra. Crédito: NASA/GSFC/Universidad del Estado de Arizona/Composición de imagen: Luis María Benítez.
Arriba: Cápsula de retorno con muestras lunares encontrada después de descender en la Tierra. Crédito: NASA/GSFC/Universidad del Estado de Arizona.
Arriba: Mosaico de dos imágenes de la Cámara del Orbitador de Reconocimiento Lunar. Las imágenes muestran los sitios de aterrizaje de las misiones de recuperación de muestras Luna 23 y Luna 24. Ambas misiones fueron enviadas a Mare Crisium (Mar de las Crisis). Luna 23 fue dañada durante su aterrizaje (octubre de 1974) y no fue capaz de enviar las muestras lunares, aunque transmitió datos por tres días. Luna 24 aterrizó en una zona cercana el 22 de agosto de 1976, recogiendo 170 gramos de polvo y rocas que fueron enviadas a la Tierra. Nunca antes se había podido ver los dos sitios de aterrizaje como ahora. La imagen muestra que ambas sondas aterrizaron a una distancia entre ambas de 2.400 metros aproximadamente. La imagen muestra que Luna 24 está ubicada en el borde de un pequeño cráter, lo que significa que sus muestras provienen del manto de deyectos del cráter. Ver imagen original. Crédito: NASA/GSFC/Universidad del Estado de Arizona/Composición de imágenes: Luis María Benítez.
Arriba: Esta imagen muestra el lado oriental extremo del recorrido de 37 kilómetros realizado por Lunokhod 2. Se puede ver que las huellas del rover aún son visibles a 37 años del aterrizaje de la nave, el 15 de enero de 1973. La imagen tiene cerca de 4 kilómetros de ancho. Crédito: NASA/GSFC/Universidad del Estado de Arizona.
Arriba: Entre las huellas de Lunokhod se ven las marcas dejadas por PROP, un sensor y un penetrómetro montado en la novena rueda. Crédito: NASA/GSFC/Universidad del Estado de Arizona/Mejoramiento de imagen: Luis María Benítez.
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