30 años de observaciones muestran que hay una cantidad mayor de bolas de fuego (meteoros muy brillantes) durante la primavera (boreal) en comparación a otras épocas del año. "Hay dos picos: uno cerca de febrero y el otro hacia finales de marzo y comienzos de abril," dijo Bill Cooke, jefe de la Oficina de Medioambiente de Meteoroides, perteneciente a la NASA. "Y esto sigue siendo un misterio."
El suceso de Texas fue lo suficientemente brillante como para corresponder a una roca espacial de casi un metro de diámetro, dijo Cook a Life's Little Mysteries. Pero nadie sabe por qué los meteoros de primavera son entre 10 a 30 porciento más comúnes. "Les puedo decir que muchas de las bolas de fuego brillantes y lentas parecen provenir de la dirección opuesta al Sol, pero no tienen mucho más en común," dijo. "Se ven muchos meteoros más ordinarios en el otoño, pero la primavera parece tener los grandes de movimiento lento - los que son realmente impresionantes."
Para abordar el misterio, Cooke y sus colegas de la NASA han creado una red de "cámaras inteligentes de meteoros" en los Estados Unidos que pueden usarse para triangular las trayectorias de meteoros, logrando ubicar sus posiciones dentro de un área de una cancha de fútbol americano mientras entran en la atmósfera. Esto ha permitido a los científicos mapear los orígenes de las rocas espaciales cayendo en diferentes partes del cielo. Los cerca de 1.800 meteoros grabados por la red de cámaras hasta ahora indican que las bolas de fuego de la primavera probablemente se originan a partir de asteroides, mientras que las caídas de meteoros se originan a partir de cometas.
"Las órbitas [de las bolas de fuego] indican que provienen del cinturón principal de asteroides. Muchos de los pequeños meteoros en otoño provienen de cometas, que están formados por fragmentos de hielo y polvo, y no duran lo suficiente en la atmósfera. Esos generalmente no son lo suficientemente grandes como para formar bolas de fuego."
Una vez que se recojan suficientes datos, los científicos esperan que surga un patrón que revelará la razón de la temporada de bolas de fuego de primavera, o el hecho de que la Tierra parecen encontrar más material de asteroides en la primavera. "Parece que gran parte del material allí afuera en el cinturón de asteroide se está acumulando más en la primavera que en otras épocas del año,", afirmó Cooke.
Otra posibilidad que esperan es que la precisión de la red pueda mejorar al punto de que la trayectoria de la bola de fuego pueda ser calculada con la precisión suficiente como para ubicar y recoger un meteorito en el suelo, después de haber caído. Eso le permitiría a los científicos estudiar de qué está formado el objeto y rastrear el origen del asteroide del cual proviene.
Más información:
Artículo en The Huffington Post
Fuente: The Huffington Post.
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