Una potente erupción solar desató la tormenta de radiación más grande desde 2005 y podría interrumpir las comunicaciones de satélites en las regiones polares, dijeron los expertos de clima espacial de Estados Unidos.
Arriba: El Observatorio Heliosférico Solar capturó la eyección de masa coronal (CME) en este video (que muestra la actividad del Sol desde el 19 de enero hasta el 23 de enero). En el final del video se muestra la interferencia causada por las partículas de alta velocidad emitidas por el Sol. Crédito: SOHO/ESA & NASA.
El evento comenzó hacia la tarde del domingo con una erupción solar de tamaño moderado que ocurrió en el centro del disco solar.
"La erupción en sí mismo no es nada espectacular, pero envió una gran eyección de masa coronal viajando a 6,5 millones de kilómetros por hora," le dijo a AFP Doug Biesecker, físico del Centro de Predicción del Clima Espacial, perteneciente a la Administración Nacional Océanica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos.
Un flujo de radiación en la forma de protones solares ya comenzó a bombardear la Tierra y es probable que continúe hasta el miércoles.
La tormenta de radiación es la más grande de su tipo desde 2005 pero aún se ubica sólo a tres en la escala de 1 a 5, lo suficiente como para ser considerada "fuerte", pero no "severa", agregó.
NOAA informó en su sitio que el ránking S3 significa que "podría, por ejemplo, causar reinicios aislados de computadoras a bordo de satélites orbitando a la Tierra con comunicaciones de radio polar."
La tormenta solar tiene mayores efectos en las zonas polares, afectando vuelos de aerolíneas, operaciones de petróleo, exploración ártica y satélites espaciales.
Los observadores de Asia y Europa podrían ser capaces de ver la aurora en la noche del martes, como resultado de la tormenta, pero no se espera un mayor impacto que ése.
Los Sistemas de Posicionamiento Global (GPS) podrían ver afectada su exactitud en centímetros, pero no para el uso civil en escalas mayores.
Más información:
Artículo en el sitio de la NASA
Artículo en Spacedaily.com
Fuente: NASA/Spacedaily.com
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El evento comenzó hacia la tarde del domingo con una erupción solar de tamaño moderado que ocurrió en el centro del disco solar.
"La erupción en sí mismo no es nada espectacular, pero envió una gran eyección de masa coronal viajando a 6,5 millones de kilómetros por hora," le dijo a AFP Doug Biesecker, físico del Centro de Predicción del Clima Espacial, perteneciente a la Administración Nacional Océanica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos.
Un flujo de radiación en la forma de protones solares ya comenzó a bombardear la Tierra y es probable que continúe hasta el miércoles.
La tormenta de radiación es la más grande de su tipo desde 2005 pero aún se ubica sólo a tres en la escala de 1 a 5, lo suficiente como para ser considerada "fuerte", pero no "severa", agregó.
NOAA informó en su sitio que el ránking S3 significa que "podría, por ejemplo, causar reinicios aislados de computadoras a bordo de satélites orbitando a la Tierra con comunicaciones de radio polar."
La tormenta solar tiene mayores efectos en las zonas polares, afectando vuelos de aerolíneas, operaciones de petróleo, exploración ártica y satélites espaciales.
Los observadores de Asia y Europa podrían ser capaces de ver la aurora en la noche del martes, como resultado de la tormenta, pero no se espera un mayor impacto que ése.
Los Sistemas de Posicionamiento Global (GPS) podrían ver afectada su exactitud en centímetros, pero no para el uso civil en escalas mayores.
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Fuente: NASA/Spacedaily.com